miércoles, 7 de septiembre de 2016
¿Qué es & cómo surge?
La psicología se encarga de
estudiar la conducta, sentimientos, pensamientos, creencias, actitudes, intenciones
y objetivos, se trata de social porque se centra en como los individuos son
afectados por la presencia física de otras personas, o su presencia imaginada e
inclusive una presencia implícita.
La disciplina de la psicología
social empezó en los Estados Unidos a principios del siglo XX. El primer
estudio publicado en esta área fue un experimento sobre el fenómeno de
facilitación social. Durante los años 1930, muchos psicólogos de la Psicología de
la Gestalt, entre ellos Kurt Lewin, huyeron de la Alemania Nazi, hacia los
Estados Unidos.
Fueron instrumentales en el
desarrollo del campo como algo distinto a las escuelas de psicología
conductista, comportamental y psicoanalítica que fueron dominantes en ese
momento, y la psicología social ha seguido manteniendo el legado de sus
intereses en la percepción y la cognición. Las actitudes y una variedad de
fenómenos de grupos pequeños fueron los temas más estudiados durante esta era.
Durante la Segunda Guerra
Mundial, los psicólogos sociales estudiaron la persuasión y la propaganda para
los militares estadounidenses. Después de la Guerra, los investigadores se
interesaron por una variedad de problemas sociales, incluyendo los asuntos de
género y prejuicio racial. Durante los años sesenta, existió un interés
creciente en una variedad de nuevos temas como la disonancia cognitiva, el
efecto espectador, y la agresión.
Sin embargo, por los años
setenta, la psicología social en los EEUU había llegado a una crisis. Había un
debate acalorado sobre la ética de experimentación en el laboratorio, si las
actitudes predicen el comportamiento de verdad o no, y cuánta ciencia podría
ser hecha en un contexto cultural. Paralelamente, un enfoque situacionalista
radical desafió la relevancia del Yo y la Personalidad en la psicología.
La psicología social alcanzó
la madurez en teoría y método durante los años 1980 y 1990. Cuidadosos
estándares éticos regulan ahora la investigación, y han emergido más
perspectivas pluralistas y multiculturales. Los investigadores modernos se
interesan por una variedad de fenómenos, pero la atribución, la cognición
social y el concepto del Yo son quizás las áreas que más han aumentado durante
los últimos años. Los psicólogos sociales han mantenido sus intereses
aplicados, con contribuciones a la psicología de la salud y medioambiental,
además de la psicología legal.
Teorías de Identidad
Para iniciar debemos entender, lo que la identidad significa, ¿Qué es la identidad?
La
identidad es un conjunto de rasgos o características de una persona o cosa que
permiten distinguirla de otras en un conjunto.
Torregrosa señala que la
identidad es identificación, identificación desde otros y que la identidad es,
con anterioridad propia, personal, una identificación para otros. Solo desde los
otros podemos tener noticia inicial de quiénes somos. La realidad radical de la
identidad personal no es el cuerpo, en el que obviamente tiene que apoyarse,
sino las relaciones específicas con que se es respecto de los otros.
Tajfel (1981) ha definido a la
identidad social como aquella parte del auto concepto de un individuo que
deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo social junto con el
significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia. Asimismo,
asocia esta noción con la de movimiento social, en la que un grupo social o
minoría étnica promueve el derecho a la diferencia cultural con respecto a los
demás grupos y al reconocimiento de tal derecho por las autoridades estatales y
los exogrupos.
-Teoría de la Identidad-
La Teoría de la Identidad
Social (TIS) ha sido uno de los marcos de mayor influencia en la Psicología
Social de las últimas décadas. Sus propuestas han servido de estímulo a
numerosas corrientes teóricas y ámbitos de estudio vinculados al comportamiento
grupal en general y a las relaciones intergrupales en particular.
La “Teoría de la Identidad”
fue primeramente anticipada por los filósofos Británicos Ullin Place con “Es la Conciencia un Proceso Cerebral” de 1956 y
por John Smart con “Sensaciones y Procesos Cerebrales” de 1959. Ellos afirmaban
que las percepciones y la conciencia son procesos físicos en el cerebro, de la
misma manera como el relámpago es un proceso físico en el aire.
En vez de limitar la teoría de
la identidad a la conciencia y sensaciones, el filósofo Estadounidense David
Lewis y el filósofo
australiano David Malet Armstrong lo extendieron a todo lo que es mental, no
solo conciencia y percepciones: todos los estados mentales son estados físicos
en el cerebro, todos los procesos mentales son procesos cerebrales. De aquí en
adelante los procesos mentales tienen un rol “causal”: un estado mental (por
ejemplo una creencia, un deseo, un miedo a algo) puede causar conducta y lo
hace porque es un estado cerebral. Un estado mental (que es un estado cerebral)
es causados por y para causar conducta. Por ejemplo, el relámpago no es el
único proceso físico en el aire: es causado por aquel proceso físico. Un estado
mental es definido por su rol causal: lo que causa el estado mental, cual
comportamiento el estado mental causó, y su relación con otros estados
mentales.
Cual sea el giro que tome la
teoría de la Identidad, todos estos filósofos enfrentaron el mismo problema:
cómo explicar las emociones que sentimos, las cuales son obviamente muy
diferentes en naturaleza de un pedazo de materia.
Dicha teoría contiene 3 ideas centrales:
Ø Categorización à Las personas categorizan elementos
para entenderlos.
Ø Identificación à Las personas se identifican con grupos
a los cuales creen pertenecer.
Ø Comparación à Nos vemos igual que los demás
La otra cara de la empatía.
Algunos tienen empatía de
nacimiento y otros la pueden desarrollar, aunque no resulte fácil, ya que
también depende del nivel de educación, de las experiencias vividas y del
aprendizaje.
La
empatía se compone de dos elementos: uno cognitivo y otro emocional.
El componente cognitivo se
vincula con la capacidad de comprender y entender cómo piensa otra persona; y
el emocional es poder captar el estado emocional de otro individuo y las
reacciones que lo provocan.
Sin embargo, la empatía
también tiene un lado oscuro. Al contrario de lo que muchos piensan, la empatía
no solo genera compasión sino que también puede llevar a cruentas agresiones.
Una combinación de una persona en problemas más la empatía dan como resultado
la agresión.
Investigadores de la
Universidad de Buffalo se preguntaron si la empatía podía tener un lado más
oscuro. Ni cortos ni perezosos, idearon un experimento muy interesante para
contrastar su hipótesis.
Reclutaron a 231 voluntarios y
les pidieron que leyeran un artículo que hacía referencia a una persona con
problemas económicos. En algunos casos, el artículo se refería a una persona
estresada por sus dificultades financieras, en otros casos se perfiló un
escenario diferente dejando entrever que la persona tenía problemas económicos
pero que no se sentía particularmente preocupada por ellos.
A continuación, a los
participantes se les dijo que la persona con problemas económicos participaría
en un concurso de matemática para ganar 20 dólares. Luego, les preguntaron si
les gustaría darle al contrincante de esa persona un aperitivo que contenía una
“salsa especial”, la cual fue definida como “una sustancia que provoca dolor y
afecta el desempeño cognitivo”.
De esta forma los
investigadores se aseguraban de que los participantes comprendían que tomando
esta decisión le darían ventaja a la persona con problemas económicos pero, a
la misma vez, causarían daño a su contrincante. ¿Qué hicieron?
Los resultados mostraron que
cuando los participantes creían que la persona con problemas económicos se
sentía estresada, no solo decidían administrar la “salsa especial” sino que
también elegían mayores cantidades. En otras palabras, la empatía por la
persona que estaba atravesando una mala situación económica no solo les llevaba
a actuar de manera inmoral (inclinando la balanza a favor de una persona y
haciendo que la competencia fuera injusta) sino que también les inducía a
provocar dolor.
Todo parece indicar que la
empatía nos hace asumir que “el fin justifica los medios”.
Psicología de la Mentira
Una parte de todo engaño es la
de “formación de impresiones” o “manejo de impresiones“, al proporcionar
información dirigida a crear una imagen socialmente adecuada de nosotros
mismos. La mentira cumple no sólo la función de ocultar la verdad, sino también
la de dar impresión favorable ante los otros, dando seguridad y protección, y evitando
la vergüenza pública y valoración negativa de los demás.
La ambigüedad es una
característica del lenguaje, que no debe considerarse negativa, ya que
proporciona matices y riqueza a la comunicación humana. Además, el lenguaje
describe así mejor la realidad y se acerca más a ella, ya que muchos
acontecimientos, sociales y privados, como nuestras emociones o los
sentimientos que acompañan a un encuentro con una persona querida u odiada, no
pueden describirse sin matices.
Existen dos tipos de mentiras.
o
Ocultación, escondiendo o callando un hecho u
opinión.
Según
la psicología de la mentira, el mentiroso engaña suprimiendo la verdad a través
de silencios, descripciones vagas o muy generales, evasión de preguntas,
emoción fingida, ira o indignación. También es ocultación revelar la verdad a
medias sin exponer elementos clave de la
información que, siendo verdadera, esquiva el asunto, desvía la atención
o provoca una interpretación errónea de los hechos.
o
Falsificación o creación de una historia.
En la
psicología de la mentira hablamos de falsificación que consiste en la
presentación de información falsa o en la invención de una historia falsa para
confundir o engañar. El mentiroso proporciona datos, detalles o explicaciones
como si fueran ciertos. Necesita para ello poseer buena memoria, anticipación y
no perder la compostura. Si la mentira no consigue su objetivo de engañar a los
demás debe volver a la falsificación, inventando más cosas, o admitir parte o
toda la verdad. El descubrimiento es inadmisible para los engañados e
inaceptable para el mentiroso ya que no tiene escapatoria.
Mi punto de vista(:
La psicología social es un
tema que pasa desapercibido, esta es un método de estudio que observa nuestra
conducta a través de factores de grupo, se concentra en estudiar como actuamos
de acuerdo a otras personas, es decir, muchas veces la gente actúa por lo que
alguien más le dice, el cómo influye la opinión de los demás es un tema a
tratar.
La psicología social abarca
muchos temas a tratar, es una lástima que en este momento pueda abarcar muy
pocos, lo interesante de esta es los experimentos que realiza para concluir un
objetivo.
Lo que nos quiere decir la
teoría de la personalidad en resumen es como nuestra personalidad es basada de
acuerdo a otras personas, uno puede decir que no es así, pero siempre existirán
factores externos que nos hagan actuar de alguna forma en específico, ¿por qué?
Porque somos seres dependientes, por más que no nos guste dependemos de otros factores
para subsistir.
En el tema de la otra cara de
la empatía, explico como la empatía puede pasar a agresión, esto se me hace
algo sorprendente porque de niños nos explican el “ponerse en los zapatos del
otro”, ese sentimiento de compasión, algunas veces las personas pueden pasarlo
a lástima, desprecio, entre otras cosas, entiendo que se cree que todo esto
ocurre dependiendo de la situación, sin embargo, puede llegar a ser inmoral.
El ultimo es la psicología de
la mentira, esto se me hace aún más interesante porque es algo que todos sin excepción
hacemos, la mentira se hace “mentira” por dos cosas, ocultación o falsificación,
y todos han hecho eso en alguna ocasión.
Los invito a ver experimentos sociales, estos abarcan una parte de la psicología social, por que nos demuestran en actuar general de las personas con respecto a una situación. (:
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