miércoles, 7 de septiembre de 2016

La otra cara de la empatía.



La empatía es la capacidad que tienen las personas de ponerse en el lugar de los demás.
Algunos tienen empatía de nacimiento y otros la pueden desarrollar, aunque no resulte fácil, ya que también depende del nivel de educación, de las experiencias vividas y del aprendizaje.
La empatía se compone de dos elementos: uno cognitivo y otro emocional.
El componente cognitivo se vincula con la capacidad de comprender y entender cómo piensa otra persona; y el emocional es poder captar el estado emocional de otro individuo y las reacciones que lo provocan.
Sin embargo, la empatía también tiene un lado oscuro. Al contrario de lo que muchos piensan, la empatía no solo genera compasión sino que también puede llevar a cruentas agresiones. Una combinación de una persona en problemas más la empatía dan como resultado la agresión.
Investigadores de la Universidad de Buffalo se preguntaron si la empatía podía tener un lado más oscuro. Ni cortos ni perezosos, idearon un experimento muy interesante para contrastar su hipótesis.

Reclutaron a 231 voluntarios y les pidieron que leyeran un artículo que hacía referencia a una persona con problemas económicos. En algunos casos, el artículo se refería a una persona estresada por sus dificultades financieras, en otros casos se perfiló un escenario diferente dejando entrever que la persona tenía problemas económicos pero que no se sentía particularmente preocupada por ellos.

A continuación, a los participantes se les dijo que la persona con problemas económicos participaría en un concurso de matemática para ganar 20 dólares. Luego, les preguntaron si les gustaría darle al contrincante de esa persona un aperitivo que contenía una “salsa especial”, la cual fue definida como “una sustancia que provoca dolor y afecta el desempeño cognitivo”.

De esta forma los investigadores se aseguraban de que los participantes comprendían que tomando esta decisión le darían ventaja a la persona con problemas económicos pero, a la misma vez, causarían daño a su contrincante. ¿Qué hicieron?
Los resultados mostraron que cuando los participantes creían que la persona con problemas económicos se sentía estresada, no solo decidían administrar la “salsa especial” sino que también elegían mayores cantidades. En otras palabras, la empatía por la persona que estaba atravesando una mala situación económica no solo les llevaba a actuar de manera inmoral (inclinando la balanza a favor de una persona y haciendo que la competencia fuera injusta) sino que también les inducía a provocar dolor.

Todo parece indicar que la empatía nos hace asumir que “el fin justifica los medios”.

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